domingo, 17 de agosto de 2025

Hablar con Jesús (49) El poder de la mentira repetida.

Joseph Goebbels
Hola, Jesús:

Vivimos en un tiempo donde las mentiras no se dicen solo una vez: se repiten tantas veces, por tantos medios y con tanta insistencia, que muchos terminan creyéndolas como si fueran verdades. La mentira se disfraza de noticia, de consigna política, de publicidad, incluso de "sentido común". Y lo más doloroso es ver cómo esas falsedades moldean la conciencia de multitudes, dividen familias, enfrentan a pueblos y justifican la injusticia. ¿Cómo podemos resistir el poder de la mentira repetida y permanecer en la verdad?

Jesús:

No te sorprenda que la mentira tenga tanta fuerza, pues el padre de la mentira fue homicida desde el principio. Su estrategia siempre ha sido la misma: sembrar duda, disfrazar lo falso con apariencia de verdad, repetirlo hasta que el corazón lo acepte sin pensar. Así actúa la serpiente que susurra: "¿Conque Dios ha dicho…?". No crea de golpe, sino de a poco, erosionando la confianza, sembrando sospecha y alimentando orgullo.

La mentira repetida tiene poder porque encuentra un terreno fértil en el miedo y en el deseo. El miedo a perder lo que se tiene, y el deseo de poseer lo que no corresponde. Así se levanta un edificio construido sobre arena, que a muchos les parece sólido hasta que llega la tormenta.

Pero yo te digo: no temas a la mentira repetida, porque no tiene en sí misma la última palabra. La verdad no necesita gritar ni multiplicar voces; permanece, silenciosa, esperando ser descubierta por quienes la buscan de corazón. Una sola chispa de verdad puede iluminar la noche más densa y mostrar cuán frágil es el poder de la falsedad.

¿Cómo permanecer libres frente a la mentira? Permanece en mi palabra. No es un eslogan, no es un ritual vacío. Es dejar que mi enseñanza sea criterio, que mi vida sea medida, que mi Espíritu te dé discernimiento para distinguir la voz del Pastor de la voz del extraño. La libertad no consiste en "pensar como todos" ni en "repetir lo que conviene", sino en escuchar y seguir la verdad que no cambia, aunque cambien los discursos.

Recuerda: el mentiroso necesita que muchos lo acompañen en su engaño para sostener su poder. La verdad, en cambio, puede sostenerse sola, aun en labios de uno solo que se atreve a decirla. Esa es la libertad que te ofrezco: no la que depende de la aprobación de multitudes, sino la que nace de saber que estás en la luz, aunque te rodeen tinieblas.

No olvides: "La verdad os hará libres". No libres de sufrir, no libres de conflictos, pero sí libres de esclavitud interior. Y un corazón libre de mentira, aunque sea débil y pequeño, se convierte en testigo poderoso, porque muestra que el Reino no se compra ni se manipula.

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