 |
"Conócete a ti mismo para que puedas conocer a Dios". Muchos fracasan en su búsqueda de Dios porque navegan en un mar de contradicciones con respecto a sí mismos. ¿Podrías ayudarme a profundizar en esta frase?
Jesús:
El hombre que no se conoce a sí mismo no sabe qué busca ni a quién busca. Cree tender la mano hacia el cielo, pero a menudo solo acaricia sus propias ilusiones.
Conocerse a uno mismo no es solo reconocer virtudes y defectos: es descender sin miedo hasta la raíz de lo que uno es, allí donde la máscara no sirve y el orgullo no puede entrar.
Quien no ha visto su propia sombra, la proyectará sobre Dios y terminará adorando una imagen deformada, hecha a la medida de sus miedos o de sus deseos.
Cuando te conoces a ti mismo en verdad —sin excusas, sin adornos— ves la necesidad real que tienes de gracia. Y entonces comprendes que no puedes salvarte por ti mismo, que tu yo no es el centro, y que Dios no es un concepto sino un encuentro que te desborda.
La verdad sobre ti y la verdad sobre Dios son inseparables, porque solo en la luz de una puedes reconocer la otra.
890
No hay comentarios:
Publicar un comentario