lunes, 23 de junio de 2025

Pedro Sánchez roza el desastre en las encuestas

Algunos sondeos sitúan al PSOE por debajo de los cien diputados en un escenario de derrumbe electoral.

La tormenta política que rodea al Gobierno de Pedro Sánchez empieza a traducirse en un desplome electoral sin precedentes. Según varios sondeos recientes, el PSOE podría caer por debajo de la simbólica barrera de los cien diputados, lo que supondría su peor resultado desde la restauración democrática. Las encuestas elaboradas por NC Report para La Razón sitúan al partido en una horquilla de 105 a 107 escaños, mientras que un estudio de Target Point para El Debate le da tan solo 98.

Este descalabro se produce en medio de una oleada de escándalos que salpican al núcleo duro del socialismo. La imputación de José Luis Ábalos, exministro y figura destacada de la anterior legislatura, y las investigaciones que afectan a Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE, han dejado al partido en estado de shock. El intento del presidente Sánchez de cerrar filas y proyectar una imagen de control ha resultado, por ahora, insuficiente.

Por su parte, la oposición de derechas capitaliza el desgaste. El Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo se afianza como primera fuerza, con estimaciones que le otorgan entre 157 y 159 diputados, muy por encima de su resultado en las últimas elecciones. Vox, lejos de estancarse, repunta hasta alcanzar cerca de los 50 escaños, consolidando así una posible mayoría absoluta de derechas que oscilaría entre los 199 y 222 escaños, si se suma el apoyo de ambos partidos.

El hundimiento del PSOE no solo alimenta a la oposición, sino que agita las aguas dentro del propio partido. Varios barones territoriales —algunos de ellos desplazados del poder en sus comunidades— han comenzado a cuestionar abiertamente el liderazgo de Sánchez. Se habla en voz baja de una posible sucesión o incluso de un adelanto electoral, opción que el presidente ha rechazado tajantemente al reafirmar su voluntad de agotar la legislatura hasta 2027.

Mientras tanto, los socios de investidura, como Sumar y otras formaciones de izquierda, también sufren un retroceso electoral y temen verse arrastrados por la caída socialista. En un intento por desmarcarse, algunos líderes de estos grupos han pedido "limpieza" y "responsabilidades políticas" en el seno del Gobierno, lo que pone aún más presión sobre Sánchez.

En este contexto, el presidente se enfrenta a un dilema: mantener su estrategia de resistencia institucional o intentar un viraje que revitalice a su electorado. El desgaste de su imagen pública, las promesas incumplidas y el hartazgo de una parte de la base progresista parecen dibujar un horizonte sombrío. La pregunta clave ahora es si Sánchez será capaz de recuperar la iniciativa o si el ciclo político se cierra con un retorno de la derecha al poder.

Lo cierto es que el panorama para el PSOE es crítico. No solo por la posibilidad de perder el gobierno, sino porque está en juego la hegemonía progresista que ha sostenido en los últimos años. Si las encuestas se confirman en las urnas, Pedro Sánchez podría pasar a la historia no como el líder que resistió, sino como el que condujo a su partido al borde del abismo.

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