Mujer preparando su mochila para 'desaparecer' |
Según el Ministerio de Justicia de Japón, cada año alrededor de 80.000 personas desaparecen en el país. De ellas, se estima que entre 20.000 y 30.000 son johatsu. Sin embargo, según las asociaciones que trabajan sobre esta materia, el número anual de personas que 'desaparecen' es mucho más alto, llegando a casi 200.000 personas cada año. Esta cifra no registrada se explica porque la mayor parte de las familias no denuncia la desaparición de sus familiares a las autoridades.
La sociedad japonesa le da una gran importancia al honor de la familia y a la obediencia de las normas sociales. Las desapariciones van en contra de estos valores y, por lo tanto, son consideradas una vergüenza para las familias de los johatsu. De hecho, es la vergüenza lo que impulsa a estas personas a huir de su propia vida.
Las razones por las que las personas deciden desaparecer son variadas, pero suelen estar relacionadas con situaciones de estrés o presión social. Algunos johatsu están huyendo de deudas, problemas familiares o laborales, o incluso de la justicia. Otros simplemente buscan un nuevo comienzo, lejos de su pasado.
No existe un perfil característico de los johatsu, pero todos han preferido huir antes que enfrentarse a algo incómodo en sus vidas. No poder pagar las deudas es uno de los motivos principales de las desapariciones voluntarias en Japón, pero hay muchos otros.
Tener un amante, ser despedido o incluso suspender un examen son algunos de los otros motivos de las desapariciones. En algunas familias japonesas es preferible desaparecer que pedirle el divorcio a tu pareja.
Uno de los ejemplos del libro de Léna Mauger es la historia de un hombre que se fue porque no podía pagar las facturas de su madre enferma: "Le daba tanta vergüenza no poder pagar las facturas que prefirió abandonar a su madre enferma antes que quedarse con ella".
Si bien el término "johatsu" apareció por primera vez en Japón en los años 60, este extraño fenómeno existe desde hace siglos. Sin embargo, experimentó un gran crecimiento en los 90, cuando el país atravesaba una dura crisis económica. En aquel momento, muchos japoneses estaban en bancarrota y no vieron otra salida que desaparecer o quitarse la vida.
Tal y como explicó Léna Mauger a la cadena de radio Europe 1, es "más fácil" desaparecer en Japón que en nuestras sociedades occidentales, ya que "la documentación está menos centralizada que en Europa". No hay un intercambio de información entre distritos, por lo tanto, las personas desaparecidas pueden iniciar una nueva vida sin necesidad de cambiar ni siquiera de identidad.
Mujer japonesa estudia un "manual de desaparición" |
Hay además manuales que te dan consejos sobre cómo desaparecer e iniciar una nueva vida. También existen empresas especializadas que ayudan a los japoneses a desaparecer legalmente, conocidas como "yonuge-ya" ("mudanzas nocturnas").
Una de las particularidades de Japón es que la policía no busca a las personas desaparecidas. Cuando una persona importante parece haberse ido voluntariamente y no hay riesgo de que se trate de un crimen o de un accidente, la policía simplemente decide no indagar en el tema.
Algunos johatsu pueden reaparecer meses, o incluso, años después cuando sienten la necesidad de reconectar con sus seres queridos. Sin embargo, no es lo habitual, la mayoría de los johatsu construyen una nueva vida, a veces con un nombre nuevo, nuevas relaciones y un nuevo trabajo, dejando atrás su pasado para siempre.
El fenómeno del johatsu es un reflejo de la cultura japonesa, que pone un gran énfasis en la conformidad y la responsabilidad social. Las personas que no cumplen con las expectativas sociales pueden sentirse abrumadas por la presión y la vergüenza, y optar por desaparecer para escapar de ella.
En los últimos años, el número de johatsu ha ido en aumento. Esto se debe a varios factores, como la creciente presión laboral, la crisis económica y el envejecimiento de la población.
Los johatsu suelen llevar a cabo planes meticulosos para su desaparición. Pueden cambiar su nombre, su apariencia física, y sus registros personales. También pueden recurrir a empresas especializadas en ayudar a las personas a desaparecer.
Una vez que han desaparecido, los johatsu suelen llevar una vida tranquila y anónima. Pueden encontrar trabajo, formar familias, y vivir sin que nadie sepa de su pasado.