jueves, 12 de junio de 2025

Pedro Sánchez, en el punto de mira internacional

Pedro Sánchez no solo afronta el desgaste interno de su Gobierno, sino también una creciente pérdida de crédito en el exterior. 

Varios de los principales medios internacionales han dedicado en los últimos días duros análisis a la situación política española, señalando directamente al presidente por su entorno cercado por casos de corrupción y por su estilo de liderazgo, calificado de "teatral" y peligroso para la salud democrática del país.

Escándalos que cruzan fronteras

Desde The Times hasta Le Monde, pasando por Bloomberg, The Guardian y The Washington Post, el diagnóstico es similar: el presidente español está acorralado por una sucesión de escándalos que ya no se limitan al debate interno. El foco mediático está puesto en tres frentes judiciales que afectan directamente a su entorno más cercano: el caso Begoña Gómez, investigada por presunto tráfico de influencias; la causa abierta contra su hermano, David Sánchez, por presuntas irregularidades en la Diputación de Badajoz; y la trama de corrupción vinculada al exministro José Luis Ábalos, el llamado caso Koldo, que salpica a las altas esferas del PSOE.

El análisis internacional no ahorra calificativos. Bloomberg sostiene que Sánchez está "contra las cuerdas", mientras The Times advierte de que "no puede huir para siempre de los escándalos que le cercan". En Francia, Le Monde ha puesto el acento en el deterioro institucional y en la erosión de los contrapesos democráticos bajo su mandato.

Estrategia política y desgaste institucional

La prensa extranjera coincide en criticar la estrategia política de Sánchez, basada en mantener el poder a toda costa. La reciente amnistía a los líderes del procés, pactada con ERC y Junts a cambio de apoyo parlamentario, ha sido vista fuera de España como una cesión inaceptable que pone en riesgo la independencia del poder judicial. The Guardian llegó a hablar de una "fractura democrática" y advirtió de que este tipo de decisiones puede tener consecuencias duraderas para el prestigio institucional de España.

Asimismo, se critica el estilo personal del presidente. Su decisión de paralizar su agenda durante cinco días tras la imputación de su esposa fue vista por medios como The Times y The Financial Times como un gesto de carácter teatral y calculado. "Un guion político bien ensayado para ganar tiempo", tituló la prensa británica.

Sánchez, cada vez más solo

En Bruselas también se siguen con atención los acontecimientos. La imagen de un Gobierno sostenido sobre alianzas con partidos independentistas, acosado por causas judiciales y con señales de descomposición interna ha encendido las alarmas. La crítica no es ya exclusiva de la oposición española. La preocupación se extiende a sectores diplomáticos y financieros que perciben inestabilidad y falta de rumbo.

A pesar de todo, Sánchez intenta resistir. Consciente de que su permanencia en Moncloa depende tanto del equilibrio parlamentario como del control del relato, ha redoblado sus ataques al Poder Judicial y a los medios críticos. Pero el desgaste es evidente, y la pérdida de confianza ya no se limita a la prensa nacional.

Un escenario en declive

En resumen, la imagen que proyecta el Ejecutivo de Pedro Sánchez al mundo es la de un Gobierno cercado por la corrupción, dependiente de pactos frágiles y sostenido por un discurso polarizador. La prensa internacional ya lo ha sentenciado: el presidente español ha cruzado demasiadas líneas rojas y su credibilidad está seriamente comprometida.

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