miércoles, 21 de mayo de 2025

Ricos por la Guerra Civil española: Poder, influencia y fortunas en un conflicto devastador

Juan March Ordinas, el "banquero de Franco"
La Guerra Civil española (1936-1939) no solo fue un conflicto político y social que marcó la historia de España, sino también un escenario donde se consolidaron fortunas y se forjaron influencias que perduraron durante décadas. A continuación, exploramos cómo diversas figuras, desde financieros hasta políticos y aristócratas, aprovecharon las circunstancias del conflicto y el régimen franquista posterior para acumular riqueza, poder o ambos.

Este artículo analiza a personajes clave como Juan March, los Martínez-Bordiú, Ramón Serrano Suñer, José Antonio Girón de Velasco, los tecnócratas del Opus Dei, José Banús Masdéu, José Melià, José María Ruiz Mateos, Eduardo Aznar, Ernesto Koplowitz Sternberg, Alberto Cortina, Alberto Alcocer, José María Aguirre Gonzalo, Domingo Valls Taberner y Juan Carlos de Borbón, destacando su relación con la guerra y el régimen.

Juan March: El banquero de los sublevados

Juan March Ordinas, conocido como el "banquero de Franco", fue una figura central en la financiación del golpe de Estado de 1936. Este mallorquín, ya un magnate gracias a su imperio en el comercio de tabaco y el contrabando, proporcionó recursos cruciales para los nacionalistas. Financió el alquiler del avión Dragon Rapide, que trasladó a Francisco Franco desde Canarias a Marruecos para liderar el alzamiento, y aportó fondos para adquirir armamento de Alemania e Italia. Su apoyo al bando nacionalista le aseguró favores durante el régimen franquista, consolidando su fortuna a través de negocios como la Banca March y el control de sectores estratégicos como el petróleo y la electricidad. March es un ejemplo paradigmático de cómo la guerra sirvió para afianzar el poder económico de quienes apostaron por el bando ganador.

Los Martínez-Bordiú: La élite franquista

La familia Martínez-Bordiú, vinculada al régimen a través de la aristocracia y el matrimonio, se benefició enormemente del franquismo. Cristóbal Martínez-Bordiú, marqués de Villaverde, casado con Carmen Franco, hija del dictador, aprovechó su posición para acceder a privilegios económicos y sociales. Durante y después de la guerra, esta familia consolidó su influencia en círculos políticos y empresariales, obteniendo tierras, títulos y conexiones que les permitieron amasar riqueza. Su estatus se mantuvo gracias a la cercanía con el poder, un fenómeno común entre las élites que prosperaron bajo el régimen.

Ramón Serrano Suñer: El "cuñadísimo"

Ramón Serrano Suñer, conocido como el "cuñadísimo" por ser cuñado de Franco, fue una figura clave en la política franquista. Como ministro de Gobernación y Asuntos Exteriores, diseñó la estructura ideológica y administrativa del régimen, incluyendo la represión de opositores. Aunque no acumuló una fortuna personal comparable a otros, su influencia política facilitó oportunidades económicas para sus aliados. Serrano Suñer representó el puente entre la Falange y el régimen, asegurando que las élites políticas y económicas se alinearan con los intereses franquistas, lo que indirectamente benefició a muchos de los ricos de la época.

José Antonio Girón de Velasco: El falangista leal

José Antonio Girón de Velasco, un destacado falangista, fue ministro de Trabajo durante el franquismo y un firme defensor de las políticas sociales del régimen, como el sistema de seguridad social. Su lealtad a Franco y su papel en la consolidación del régimen le otorgaron poder y acceso a redes de influencia. Aunque no se le asocia con una gran fortuna personal, su posición permitió a otros en su círculo beneficiarse de contratos y favores estatales, un patrón común en la España franquista.

Los Tecnócratas del Opus Dei: La modernización franquista

A partir de la década de 1950, los tecnócratas vinculados al Opus Dei, como Gregorio López Bravo, Laureano López Rodó, Alberto Ullastres y Mariano Navarro Rubio, desempeñaron un papel crucial en la modernización económica de España. Estos tecnócratas, que asumieron ministerios clave tras la estabilización económica de 1959, promovieron el desarrollismo, atrayendo inversión extranjera y fomentando el crecimiento industrial. Su influencia no solo transformó la economía, sino que también permitió a ciertos sectores empresariales, aliados con el régimen, acumular riqueza. El Opus Dei, con su red de contactos y su énfasis en la disciplina y el trabajo, se convirtió en un vehículo para que sus miembros accedieran a posiciones de poder económico y político.

José Banús Masdéu: El magnate inmobiliario

José Banús Masdéu, un empresario catalán, se enriqueció gracias a proyectos inmobiliarios durante el franquismo, especialmente en la Costa del Sol. Su obra más conocida, Puerto Banús, se convirtió en un símbolo del lujo y el turismo de élite. Durante la guerra, Banús mantuvo un perfil bajo, pero su fortuna creció exponencialmente en la posguerra gracias a su cercanía con el régimen y su habilidad para capitalizar el boom turístico. Su caso ilustra cómo el desarrollismo franquista creó oportunidades para empresarios dispuestos a alinearse con el poder.

José Melià: El turismo como negocio

José Melià, fundador de la cadena hotelera Meliá, aprovechó el auge del turismo en la España franquista para construir un imperio hotelero. Aunque su riqueza se consolidó principalmente en la posguerra, la estabilidad del régimen y las políticas de apertura económica le permitieron expandir su negocio. Melià representa a los empresarios que, sin estar directamente involucrados en la guerra, se beneficiaron del contexto económico creado por el franquismo.

José María Ruiz Mateos: El emporio Rumasa

José María Ruiz Mateos fundó Rumasa, un conglomerado que abarcó desde bancos hasta bodegas, durante el franquismo. Aunque su fortuna se consolidó en las décadas de 1960 y 1970, su ascenso estuvo ligado a su habilidad para navegar las redes de poder del régimen. Su relación con el Opus Dei y su capacidad para obtener favores estatales le permitieron construir un imperio que, aunque colapsó en los años 80, lo convirtió en una figura emblemática del enriquecimiento bajo el franquismo.

Eduardo Aznar: Naviero y aristócrata

Eduardo Aznar, miembro de una familia de navieros, consolidó su fortuna durante el franquismo gracias al control de empresas como la Compañía Trasatlántica. Su apoyo al bando nacionalista durante la guerra le garantizó favores en la posguerra, incluyendo contratos estatales para su flota. La familia Aznar, conectada con la élite política, es un ejemplo de cómo las dinastías económicas se fortalecieron bajo el régimen.

Ernesto Koplowitz Sternberg: El Fundador de FCC

Ernesto Koplowitz Sternberg, un empresario de origen alemán, fundó Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), que se convirtió en una de las mayores constructoras de España. Durante la guerra, Koplowitz mantuvo un perfil discreto, pero en la posguerra aprovechó la reconstrucción del país y los contratos estatales para expandir su empresa. Su legado continuó con su hija Esther Koplowitz, quien consolidó la fortuna familiar.

Alberto Cortina y Alberto Alcocer: Los "Albertos"

Alberto Cortina y Alberto Alcocer, conocidos como "los Albertos", se enriquecieron durante el franquismo y la transición gracias a sus inversiones en banca y construcción. Casados con las hermanas Esther y Alicia Koplowitz, heredaron parte del imperio de FCC y fundaron el Banco Zaragozano. Aunque su riqueza se consolidó después de la guerra, su ascenso estuvo ligado a las oportunidades económicas creadas por el régimen y su capacidad para moverse en círculos de poder.

José María Aguirre Gonzalo: El banquero prudente

José María Aguirre Gonzalo, presidente del Banco Guipuzcoano, fue un financiero que prosperó durante el franquismo gracias a su gestión prudente y su alineación con el régimen. Su banco se benefició de la estabilidad económica y las políticas proteccionistas, consolidando su influencia en el sector financiero español.

Domingo Valls Taberner: La élite financiera catalana

Domingo Valls Taberner, presidente del Banco Popular, representó a la élite financiera catalana que prosperó bajo el franquismo. Su banco creció gracias a la estabilidad del régimen y su capacidad para atraer a la burguesía catalana. Su hija, mencionada en la lista de herederas ricas de España, continuó su legado en el sector financiero.

Juan Carlos de Borbón: El Rey nombrado por Franco

Juan Carlos de Borbón, quien se convirtió en rey de España en 1975, fue una figura compleja durante el franquismo. Designado sucesor por Franco, su papel durante la guerra fue nulo, pero su ascenso al trono le permitió beneficiarse de la estructura económica y política del régimen. Aunque su riqueza personal se consolidó durante la Transición, su posición como heredero de Franco le otorgó acceso a recursos y conexiones que lo situaron entre las élites beneficiadas por el sistema.

Conclusión

La Guerra Civil española y el régimen franquista que le siguió crearon un entorno donde las élites económicas y políticas pudieron consolidar su poder y riqueza. Desde financieros como Juan March, que financiaron el golpe, hasta empresarios como José Banús y José Melià, que capitalizaron el desarrollismo, y figuras políticas como Serrano Suñer y Girón de Velasco, que moldearon el régimen, cada uno de estos personajes aprovechó las oportunidades del conflicto y la dictadura. Los tecnócratas del Opus Dei, por su parte, modernizaron la economía, beneficiando a sectores empresariales aliados. Este período histórico no solo marcó a España por sus tragedias, sino también por la emergencia de fortunas que, en muchos casos, perduran hasta hoy.

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