jueves, 8 de mayo de 2025

Albania y la propuesta de un microestado Bektashí en Tirana: Un proyecto de tolerancia y coexistencia

El Gobierno de Albania, liderado por el primer ministro Edi Rama, ha propuesto la creación de un microestado soberano en la capital, Tirana, destinado a la comunidad Bektashí, una orden sufí del islam conocida por su enfoque liberal, moderado y tolerante. Este proyecto, comparado con el modelo del Vaticano, busca establecer un enclave espiritual y administrativo de aproximadamente 10 hectáreas (0,11 km²), lo que lo convertiría en el país más pequeño del mundo, superando incluso al Vaticano (
44 hectáreas). A continuación, exploramos los detalles de esta iniciativa, su contexto histórico, los valores que promueve y las reacciones que ha generado.

¿Quiénes son los Bektashí?

La orden Bektashí es una corriente mística del islam, surgida en el siglo XIII en el Imperio Otomano, con raíces en el sufismo y elementos del chiismo. Fundada por Haji Bektash Veli, un derviche turcomano, la orden se caracteriza por su enfoque espiritual, su apertura a otras religiones y filosofías, y su rechazo a prácticas rígidas.

A diferencia de otras ramas del islam, los Bektashí permiten el consumo de alcohol, no imponen restricciones estrictas de vestimenta y fomentan la participación igualitaria de hombres y mujeres en sus rituales. Estas características los han convertido en un símbolo de tolerancia religiosa, especialmente en los Balcanes.

En Albania, los Bektashí representan alrededor del 10% de la población musulmana, que constituye aproximadamente el 50% del total del país, según el censo de 2023. Son la cuarta comunidad religiosa más grande, detrás de los musulmanes sunitas, los cristianos ortodoxos y los católicos. La orden trasladó su sede mundial a Tirana en 1929, tras ser prohibida en Turquía por Mustafá Kemal Atatürk, quien buscaba secularizar el país. Desde entonces, los Bektashí han jugado un papel importante en la identidad cultural y religiosa de Albania, un país reconocido por su histórica convivencia interreligiosa.

La propuesta del microestado

El proyecto, anunciado por Edi Rama en septiembre de 2024 durante la Asamblea General de las Naciones Unidas, busca transformar el Centro Mundial Bektashí, ubicado en el este de Tirana, en un estado soberano. Este microestado, denominado "Estado Soberano de la Orden Bektashí", ocuparía un terreno de 27 acres (unas 10 hectáreas) donde ya se encuentra un templo de la orden, conocido como "El Odeón". La nueva entidad tendría su propia administración, pasaportes y fronteras, aunque no contaría con ejército, guardias fronterizos ni tribunales. Su ciudadanía estaría limitada al clero y al personal administrativo, y estaría liderada por el actual líder espiritual de los Bektashí, Edmond Brahimaj, conocido como Baba Mondi.

Rama ha descrito este proyecto como un "centro de moderación, tolerancia y coexistencia pacífica", con el objetivo de proyectar una imagen de islam liberal que contrarreste los estereotipos asociados con el extremismo. En palabras de Baba Mondi, el microestado sería "un estado espiritual y administrativo pequeño, pero con un gran corazón", que serviría como modelo global de amor y tolerancia. Además, el estado abogaría por los Bektashí perseguidos en países como Turquía o Irán, donde enfrentan restricciones para practicar su fe.

Valores y particularidades

El microestado Bektashí reflejaría los principios de la orden, que contrastan con las interpretaciones más conservadoras del islam. Entre sus características destacadas se encuentran:

Tolerancia religiosa: Los Bektashí han sido históricamente un puente entre el islam y otras religiones, promoviendo el diálogo interreligioso. En Albania, esta tradición se refuerza con la coexistencia pacífica entre musulmanes, cristianos y otras minorías.

Libertades individuales: A diferencia de otros estados con base religiosa, el microestado no impondría reglas estrictas de estilo de vida. Se permitiría el consumo de alcohol, la libertad de vestimenta y la participación igualitaria de mujeres y hombres.

Pacifismo: Inspirado en los valores sufíes, el estado buscaría promover la paz y la moderación, evitando cualquier forma de extremismo o evangelización doctrinaria.

El proyecto también tiene un componente diplomático. Albania, que aspira a integrarse en la Unión Europea, utiliza la orden Bektashí como una carta de presentación para destacar su compromiso con la tolerancia religiosa y posicionarse como un modelo de islam liberal en un contexto global donde el islam a menudo se asocia con conflictos.

Implicaciones y futuro

El proyecto del microestado Bektashí plantea preguntas fascinantes sobre la relación entre religión, soberanía y gobernanza en el siglo XXI. Si se concreta, podría convertirse en un experimento único: un estado musulmán que desafía los paradigmas tradicionales del islam político, promoviendo un modelo de espiritualidad inclusiva y pacífica. Sin embargo, su éxito dependerá de varios factores, incluyendo el consenso dentro de la comunidad Bektashí, la aprobación legislativa en Albania y la gestión de las tensiones regionales.

Para Albania, el proyecto representa una oportunidad para reforzar su imagen como bastión de tolerancia religiosa y avanzar en su agenda de integración europea. Para el mundo, podría ofrecer un ejemplo de cómo la religión puede ser un vehículo de unidad en lugar de división.

En conclusión, la propuesta del microestado Bektashí en Tirana es un reflejo de la rica historia de Albania como crisol de culturas y religiones. Ya sea que se materialice como un "Vaticano musulmán" o permanezca como una idea visionaria, ha abierto un debate global sobre el papel de la fe en la construcción de un mundo más tolerante y pacífico.

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