domingo, 25 de mayo de 2025

El peso de la corrupción en el declive del PSOE

¡Ay, qué risa, María Luisa!

La socialdemocracia en Europa enfrenta una crisis de credibilidad, y España no es una excepción. El Partido Socialista Obrero Español (PSOE), uno de los pilares históricos de la socialdemocracia europea, ha experimentado altibajos en su influencia política, especialmente bajo el liderazgo de Pedro Sánchez desde 2018. Si bien el PSOE ha logrado mantenerse en el poder mediante coaliciones impopulares, su trayectoria se ha visto empañada por escándalos de corrupción que han alimentado la percepción de declive de la socialdemocracia en el país. 

El PSOE y la socialdemocracia en España

El PSOE ha sido un actor central en la política española desde la Transición democrática, liderando gobiernos clave bajo Felipe González (1982-1996) y José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011). Sin embargo, desde la crisis económica de 2008, el partido ha enfrentado dificultades para mantener su hegemonía. La llegada de Pedro Sánchez al poder en 2018, tras una moción de censura contra Mariano Rajoy, marcó un resurgimiento temporal, pero su gobierno ha dependido de coaliciones frágiles con partidos como Podemos, ERC y Bildu. Este contexto de fragmentación política, combinado con múltiples escándalos de corrupción, ha erosionado la confianza en el PSOE y, por extensión, en la socialdemocracia española.

Principales casos de corrupción asociados al PSOE

El PSOE ha estado vinculado a numerosos escándalos de corrupción a lo largo de su historia, algunos de los cuales han tenido un impacto duradero en su imagen. A continuación, se destacan los casos más relevantes, con un enfoque en los más recientes que afectan al gobierno de Pedro Sánchez:

Casos históricos

Caso Filesa (1988-1990): Financiación ilegal del PSOE a través de empresas tapadera que cobraban por servicios inexistentes a bancos y empresas. Implicó a figuras como Carlos Navarro y Guillermo Galeote, y dañó gravemente la imagen del gobierno de Felipe González.
 
Caso GAL (1982-1987): Uno de los episodios más oscuros, involucró la creación de una organización terrorista financiada por el gobierno socialista para combatir a ETA, resultando en 27 asesinatos. Altos cargos como José Barrionuevo y Rafael Vera fueron condenados, y se especuló sobre la implicación de González como el "señor X".
 
ERE de Andalucía (2000-2012): Considerado el mayor caso de malversación en la historia de España, involucró el desvío de fondos públicos destinados a expedientes de regulación de empleo. Líderes socialistas como José Antonio Griñán y Manuel Chaves fueron condenados, lo que afectó profundamente la credibilidad del PSOE en Andalucía, uno de sus feudos tradicionales.

Escándalos recientes bajo Pedro Sánchez

Caso Koldo (2020-2024): Este caso, que estalló en 2024, es uno de los más graves para el actual gobierno socialista. Implica una presunta trama de corrupción en la compra de mascarillas durante la pandemia, con comisiones ilegales vinculadas a contratos públicos. José Luis Ábalos, exministro de Transportes y exsecretario de organización del PSOE, está imputado, y el Tribunal Supremo ha solicitado su suplicatorio al Congreso por "indicios cualificados" de su participación. Otros cargos cercanos al PSOE, como Santos Cerdán (secretario de organización) y Carlos Moreno (jefe de gabinete de la vicepresidenta María Jesús Montero), han sido señalados por el empresario Víctor de Aldama, quien colabora con la justicia. El caso también salpica a figuras como Francina Armengol, expresidenta de Baleares, y Ángel Víctor Torres, ex presidente de Canarias, por adjudicaciones a empresas vinculadas a la trama.

Caso Begoña Gómez: La esposa de Pedro Sánchez, Begoña Gómez, está investigada por presunto tráfico de influencias y nepotismo, relacionado con su papel en la obtención de fondos públicos y contratos para empresas con las que colaboraba. Este caso ha generado controversia por la implicación del entorno familiar de Sánchez, incluyendo a su hermano, David Sánchez, procesado por posibles irregularidades en la Diputación de Badajoz.

Caso Tito Berni: Juan Bernardo Fuentes, exdiputado socialista, está implicado en una trama de corrupción que incluye orgías y pagos irregulares, lo que ha reforzado la percepción de prácticas poco éticas en el PSOE.

Otras investigaciones: Existen múltiples causas abiertas en diversos juzgados de España, desde la financiación ilegal del PSOE valenciano hasta irregularidades en contratos públicos, que afectan a cargos socialistas a nivel local y autonómico.

Impacto cuantitativo

Según datos de Statista, los casos de corrupción política en España han generado pérdidas millonarias, con el caso ERE de Andalucía destacando como uno de los más costosos. Además, el Índice de Percepción de la Corrupción 2024 de Transparencia Internacional muestra que España ha caído a 60 puntos, perdiendo cuatro puntos y diez puestos respecto a 2023, lo que refleja un deterioro en la confianza pública. Esta percepción se ve agravada por la alta visibilidad mediática de los escándalos, que conectan la corrupción con problemas económicos como el desempleo, generando desafección hacia las instituciones.

La corrupción como factor en el declive de la socialdemocracia


La corrupción ha jugado un papel central en la erosión de la confianza en el PSOE y, por ende, en el proyecto socialdemócrata en España. Los siguientes puntos explican cómo estos escándalos contribuyen al declive:

Desafección ciudadana: La corrupción política es percibida como el segundo mayor problema en España, según el Barómetro Global de la Corrupción de Transparencia Internacional. Encuestas del CIS muestran que la preocupación por la corrupción pasó del 4,9% al 12,4% en solo un mes en 2024, lo que indica un impacto significativo en la opinión pública. Los escándalos recientes, como el caso Koldo, han reforzado la narrativa de un PSOE incapaz de cumplir con su discurso regeneracionista de 2018, cuando Sánchez llegó al poder tras acusar al PP de corrupción endémica.
 
Pérdida de la base tradicional: La socialdemocracia española históricamente ha dependido del voto de la clase trabajadora y media baja. Sin embargo, los escándalos de corrupción, especialmente aquellos que involucran malversación de fondos públicos (como los ERE), han alejado a estos votantes, que perciben al PSOE como parte de una élite desconectada. Esto ha beneficiado a partidos como Vox, que capitalizan el descontento con discursos populistas, y a Podemos, que atrae a sectores progresistas desencantados.
 
Erosión del discurso regeneracionista: Sánchez asumió el poder en 2018 con un mensaje de lucha contra la corrupción del PP, prometiendo transparencia y ética. Sin embargo, los escándalos en su propio gobierno han debilitado este discurso. La percepción de que el PSOE protege a los suyos —por ejemplo, a través de la Fiscalía General del Estado o la Abogacía del Estado— ha generado críticas de manipulación institucional. La reacción combativa del gobierno ante las investigaciones judiciales, acusando a jueces de motivaciones políticas, ha exacerbado la desconfianza.
 
Impacto en coaliciones: La dependencia del PSOE de socios como ERC y Bildu para mantenerse en el poder complica su respuesta a los escándalos. Estos aliados exigen concesiones que a menudo son impopulares, como indultos a líderes independentistas, lo que refuerza la percepción de un gobierno dispuesto a priorizar su supervivencia sobre la ética. Además, los casos de corrupción debilitan la posición negociadora de Sánchez frente a estos socios, que pueden aprovechar la situación para presionar por más demandas.

Narrativa de la ultraderecha: Vox y otros partidos de ultraderecha han utilizado los escándalos del PSOE para reforzar su discurso antiestablishment, presentándose como la única alternativa a un sistema político corrupto. En plataformas como X, se observa un sentimiento creciente que describe al PSOE como una "trama mafiosa" o una organización que "saquea España", lo que amplifica la percepción de decadencia.

Evaluación del impacto en la socialdemocracia

El impacto de la corrupción en el declive de la socialdemocracia española es innegable, pero no es el único factor. Otros elementos, como la dificultad para articular un proyecto económico frente a la globalización y la polarización política, también han debilitado al PSOE. Sin embargo, los escándalos han amplificado estos problemas al:

Minar la legitimidad moral: La socialdemocracia se basa en la defensa de la justicia social y la igualdad, pero los casos de corrupción contradicen estos valores, alejando a votantes ideológicos.

Frenar la renovación ideológica: La necesidad de gestionar crisis judiciales ha distraído al PSOE de desarrollar un proyecto modernizado que responda a retos como el cambio climático o la precariedad laboral.

Fortalecer a la oposición: La ultraderecha y el PP han capitalizado los escándalos para presentarse como alternativas, aunque el PP también arrastra su propio historial de corrupción.
 
A pesar de esto, el PSOE ha mostrado resiliencia electoral, manteniéndose en el poder gracias a su falta de escrúpulos para formar coaliciones inestables e impopulares.

Conclusión

La corrupción ha sido un factor determinante en el declive de la socialdemocracia en España, al erosionar la confianza en el PSOE y debilitar su discurso regeneracionista. Casos históricos como Filesa, GAL y los ERE, junto con escándalos recientes como Koldo, José Luis Ábalos, Begoña Gómez y David Sánchez, han alimentado una percepción de corrupción política significativa. Esta percepción, amplificada por los medios y las redes sociales, ha contribuido a la desafección ciudadana y al auge de alternativas populistas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario