Estos términos, aunque a menudo se confunden o se usan indistintamente, provienen de diferentes tradiciones religiosas y tienen matices distintos en cuanto a lo que representan.1. Sheol
Sheol es un concepto del Antiguo Testamento (Tanaj) que se refiere al lugar de los muertos, un reino subterráneo donde van todas las almas después de la muerte. Este término hebreo no tiene las mismas connotaciones de castigo eterno o recompensa que se encuentran en las ideas posteriores del infierno o el paraíso, sino que es un destino común para todos, tanto justos como impíos.
En el Sheol, las almas no están activamente conscientes, sino en un estado de sombra o semiexistencia. Es descrito como un lugar oscuro y silencioso donde los muertos ya no tienen relación con el mundo de los vivos. Se considera una especie de reposo o sueño eterno. Un ejemplo de esto se ve en Eclesiastés 9:10: "En el Sheol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría."
El Sheol no es un lugar de castigo específico, sino más bien una especie de "mundo de los muertos" o inframundo donde todas las almas van, sin importar su moralidad en vida. Los justos y los malvados terminan en el mismo lugar. La diferencia entre las recompensas o castigos para cada uno no se desarrolla en el concepto de Sheol, sino más tarde en las ideas sobre el juicio final y el más allá.
En pasajes como Job 14:13, el Salmo 6:5 y Eclesiastés 9:10, el Sheol es descrito como un lugar donde no hay alabanza ni memoria de Dios, lo que refuerza la idea de un estado de pasividad o inconsciencia.
2. Gehenna
Gehenna es un término que tiene sus raíces en el valle de Hinom (o valle de Ben-Hinom), un lugar geográfico real cerca de Jerusalén. En la antigüedad, este valle era conocido por ser el sitio donde se realizaban sacrificios humanos, incluyendo la quema de niños como ofrendas al dios pagano Moloch, según algunas narraciones bíblicas (Jeremías 7:31). Debido a estas prácticas horrendas, el lugar adquirió una connotación muy negativa en la tradición judía.
Además, construyeron los altares paganos de Tofet, en el valle de Ben Hinón, para quemar a sus hijos y a sus hijas en el fuego, cosa que jamás ordené ni me pasó siquiera por la mente. (Jeremías 7:31)
Con el tiempo, Gehenna pasó de ser un lugar físico a simbolizar el destino final de los impíos. En la literatura rabínica y en el Nuevo Testamento cristiano, Gehenna se convirtió en una metáfora para el lugar de castigo eterno, una especie de "infierno" donde los malvados recibirán su retribución después del juicio final.
En los Evangelios, Jesús menciona Gehenna como un lugar de fuego inextinguible, asociado al tormento eterno de los malvados (por ejemplo, en Mateo 5:22 y Mateo 10:28). La idea de Gehenna se vincula más con el concepto de un castigo definitivo tras la muerte, en contraste con "Hades" o "Sheol", que se refieren más a un estado temporal de los muertos.
3. Hades
Hades es un concepto que tiene sus raíces en la mitología griega y que posteriormente fue adoptado en el Nuevo Testamento del cristianismo. En la mitología griega, Hades es tanto el nombre del dios del inframundo como el nombre del reino donde van las almas de los muertos. Este inframundo es un lugar donde todas las almas, justas o injustas, van después de la muerte.
Hades, el dios: En la mitología griega, Hades es el dios que gobierna el inframundo. Es el hermano de Zeus y Poseidón, quienes gobiernan el cielo y el mar, respectivamente. Hades es el soberano de los muertos y de todo lo que está bajo la tierra, incluidas las riquezas y minerales.
El reino de Hades: El inframundo, también llamado Hades, es el lugar donde las almas de los muertos son enviadas. No es necesariamente un lugar de castigo, aunque incluye áreas específicas donde los malvados pueden recibir tormentos, como el Tártaro, que es una región profunda del Hades reservada para los criminales o enemigos de los dioses. En contraste, los héroes y justos pueden ir a los Campos Elíseos, una sección del inframundo que ofrece descanso y placeres.
El Hades mitológico es un lugar sombrío y silencioso, donde las almas existen como sombras. Las almas de los muertos se presentan ante el dios Hades, y dependiendo de sus acciones en vida, pueden ser enviadas a diferentes partes del inframundo, como el Tártaro o los Campos Elíseos. Este inframundo es muy distinto del concepto cristiano de infierno, ya que no es exclusivamente un lugar de tormento eterno.
En el Nuevo Testamento, Hades es descrito como el lugar donde van las almas después de la muerte, pero antes del juicio final. No es el castigo eterno (que se encuentra más tarde en conceptos como la Gehenna o el "lago de fuego"). Es un estado intermedio donde las almas esperan su destino final.
Aunque Hades incluye a todos los muertos, en algunos pasajes del Nuevo Testamento parece haber una división entre los justos e injustos en este estado intermedio. Por ejemplo, en la parábola de Lázaro y el hombre rico (Lucas 16:19-31), Lázaro está en el "seno de Abraham" (una especie de paraíso) mientras el hombre rico sufre tormentos en Hades, lo que sugiere una diferencia en las experiencias post mortem antes del juicio final.
4. Lago de fuego
El lago de fuego es una imagen bíblica que aparece principalmente en el libro del Apocalipsis. Se trata de un símbolo del juicio final y del destino definitivo de los malvados y aquellos que se rebelan contra Dios. A diferencia de otros términos como Hades o Sheol, que son lugares temporales donde las almas esperan su juicio, el lago de fuego es un lugar de castigo eterno.
Castigo final: El lago de fuego es descrito como el destino final para Satanás, la muerte, el Hades, y todos aquellos cuyos nombres no están escritos en el "libro de la vida". Apocalipsis 20:10 dice: “Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde están la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.” Aquí, el lago de fuego es el castigo eterno donde serán condenados los malvados después del juicio final.
Muerte segunda: En Apocalipsis 20:14-15, se menciona que el lago de fuego es "la muerte segunda". Esto significa que mientras que la "primera muerte" es la muerte física, la "segunda muerte" es la condenación eterna en el lago de fuego. Los que experimentan la segunda muerte no tendrán resurrección o esperanza de vida eterna, sino castigo perpetuo.
Fuego y azufre: El fuego y el azufre son símbolos clásicos en la Biblia del juicio y la ira divina. El "lago de fuego y azufre" evoca una imagen de tormento, destrucción y purificación extrema, como se describe en Apocalipsis 19:20 y Apocalipsis 20:15. Es la culminación del juicio de Dios contra todo lo que es malvado y rebelde.
5. Infierno
El infierno es un concepto presente en diversas religiones y tradiciones culturales, generalmente asociado a un lugar o estado de tormento eterno reservado para las almas de los malvados después de la muerte. Aunque la idea del infierno varía entre las religiones, hay varios elementos comunes: el sufrimiento, la separación de Dios o del bien supremo, y el castigo por los pecados cometidos en vida.
Características comunes del infierno en la teología cristiana
1. Castigo eterno: En muchas interpretaciones cristianas, el infierno es un lugar donde los pecadores no arrepentidos sufrirán eternamente por sus transgresiones. Se describe como un castigo justo y merecido por aquellos que rechazan a Dios o viven una vida de pecado.
2. Fuego eterno: El fuego es uno de los símbolos más comunes asociados con el infierno. En textos bíblicos como Mateo 25:41, el fuego eterno es mencionado como preparado para el diablo y sus ángeles. Esta imagen de fuego representa tormento, purificación o destrucción.
3. Separación de Dios: Uno de los aspectos más significativos del infierno, según algunas interpretaciones, es que implica una separación completa de Dios o del bien supremo. Esto se conoce como la "muerte segunda" (Apocalipsis 21:8). En esta visión, el sufrimiento del infierno no solo es físico, sino también espiritual, ya que las almas están apartadas para siempre de la presencia de Dios.
4. Juicio final: En la teología cristiana, el infierno se vincula directamente con el juicio final, cuando Dios juzgará a toda la humanidad. Aquellos que no están en el "libro de la vida" serán lanzados al lago de fuego (Apocalipsis 20:15).
Interpretaciones modernas del infierno
1. Interpretación literal: Algunos cristianos creen en un infierno literal donde los malvados serán castigados físicamente con fuego eterno y otros tormentos. Esta es la visión tradicional sostenida por muchas iglesias a lo largo de los siglos.
2. Interpretación simbólica: Otros ven el infierno como una metáfora del sufrimiento espiritual, la alienación de Dios o la muerte eterna. Según esta interpretación, el "fuego" no es necesariamente literal, sino un símbolo del tormento espiritual y la separación de la vida divina.
3. Aniquilacionismo: En esta perspectiva, defendida por algunas ramas del cristianismo, como la Iglesia Adventista del Séptimo Día, los malvados no sufrirán eternamente en el infierno, sino que serán finalmente destruidos o aniquilados, y dejarán de existir en lugar de sufrir por siempre.
4. Universalismo: Algunos creen que al final, todas las almas serán redimidas, y que el infierno es solo un estado temporal, no permanente. Esta es una interpretación minoritaria, pero presente en ciertas corrientes cristianas.
En resumen, el infierno es un concepto de castigo eterno presente en varias religiones, especialmente en el cristianismo, donde se lo describe como un lugar de tormento y separación eterna de Dios para aquellos que mueren en pecado. En otras tradiciones, puede ser un lugar temporal de purificación o una etapa en el ciclo de renacimiento (samsara). Las visiones modernas del infierno varían, desde una interpretación literal hasta enfoques más simbólicos o incluso la creencia en la aniquilación de los malvados en lugar de un sufrimiento eterno.
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