miércoles, 2 de octubre de 2024

Los milagros del profeta Elías

El profeta Elías en el desierto
El profeta Elías vivió en tiempos de Ajab y de Jezabel. Durante un tiempo consiguió apartar a Israel del culto a Baal, pero el odio de Jezabel le obligó a marchar del país y a confiar a Eliseo la continuación de su obra. El profeta Elías es reconocido por su vida de fervor religioso y por los milagros que realizó bajo el poder de Dios.

Algunos de los milagros más destacados atribuidos a Elías:

1. El anuncio de la sequía
Elías, por mandato de Dios, anunció al rey Ajab que habría una gran sequía en Israel debido a la idolatría y el pecado del pueblo. La sequía duró tres años y medio (1 Reyes 17:1).

Elías, el tesbita, de Tisbé de Galaad, dijo a Ajab: «Vive el Señor, Dios de Israel, ante quien sirvo, que no habrá en estos años rocío ni lluvia si no es por la palabra de mi boca».

2. El cuervo que alimenta a Elías
Durante la sequía, Dios le ordenó a Elías esconderse en el arroyo de Querit, donde fue alimentado milagrosamente por cuervos que le traían pan y carne cada día (1 Reyes 17:4-6).

Fue a establecerse en el torrente de Querit, frente al Jordán, procediendo según la palabra del Señor. Los cuervos le llevaban pan y carne por la mañana y lo mismo al atardecer; y bebía del torrente.

3. La viuda de Sarepta y la multiplicación del aceite y la harina
En medio de la sequía, Elías fue enviado a la ciudad de Sarepta, donde encontró a una viuda pobre que solo tenía un poco de harina y aceite. Elías le pidió que le hiciera un pan, y le prometió que su provisión de harina y aceite no se agotaría hasta que la sequía terminara. Así sucedió, y la viuda y su hijo pudieron sobrevivir (1 Reyes 17:8-16).

Ella se fue y obró según la palabra de Elías, y comieron él, ella y su familia. Por mucho tiempo la orza de harina no se vació ni la alcuza de aceite se agotó, según la palabra que había pronunciado el Señor por boca de Elías.

4. Resurrección del hijo de la viuda
Mientras Elías se hospedaba en la casa de la viuda de Sarepta, su hijo enfermó gravemente y murió. Elías oró a Dios, y el niño fue devuelto a la vida, marcando uno de los primeros relatos bíblicos de resurrección (1 Reyes 17:17-24).

Después de estos hechos, cayó enfermo el hijo de la dueña de la casa; su mal fue agravándose hasta el punto de que no le quedaba ya aliento. Entonces la viuda dijo a Elías: «¿Qué hay entre tú y yo, hombre de Dios? ¡Has venido a recordarme mis faltas y a causar la muerte de mi hijo!». Elías respondió: «Entrégame a tu hijo». Lo tomó de su regazo, lo subió a la habitación de arriba donde él vivía, y lo acostó en su lecho. Luego clamó al Señor, diciendo: «Señor, Dios mío, ¿vas a hacer mal a la viuda que me hospeda, causando la muerte de su hijo?». Luego se tendió tres veces sobre el niño, y gritó al Señor: «Señor, Dios mío, que el alma de este niño vuelva a su cuerpo». El Señor escuchó el grito de Elías y el alma del niño volvió a su cuerpo y el niño volvió a la vida.

5. El sacrificio en el Monte Carmelo
Uno de los eventos más famosos de Elías ocurrió en el Monte Carmelo, donde desafió a los profetas de Baal. Prepararon dos altares: uno para Baal y otro para Yahvé. A pesar de los esfuerzos de los profetas de Baal, su altar no fue consumido por fuego. En cambio, cuando Elías oró, fuego del cielo descendió y consumió su altar, demostrando el poder del Dios de Israel (1 Reyes 18:20-40).

A la hora de la ofrenda, el profeta Elías se acercó y comenzó a decir: «Señor, Dios de Abrahán, de Isaac y de Israel, que se reconozca hoy que tú eres Dios en Israel, que yo soy tu servidor y que por orden tuya he obrado todas estas cosas. Respóndeme, Señor, respóndeme, para que este pueblo sepa que tú, Señor, eres Dios y que has convertido sus corazones». Cayó el fuego del Señor que devoró el holocausto y la leña, lamiendo el agua de las zanjas. Todo el pueblo lo vio y cayeron rostro en tierra, exclamando: «¡El Señor es Dios! ¡El Señor es Dios!». Entonces Elías sentenció: «Echad mano a los profetas de Baal, que no escape ni uno». Les echaron mano y Elías les hizo bajar al torrente de Quisón, y allí los degolló.

6. La oración de Elías y el fin de la sequía
Después de la confrontación en el Monte Carmelo, Elías oró a Dios para que enviara lluvia, y así sucedió. La sequía terminó con un aguacero, mostrando el control divino sobre la naturaleza (1 Reyes 18:41-45).

Elías dijo a Ajab: «Sube, come y bebe, porque va a llover mucho». Ajab subió a comer y beber, mientras Elías subía a la cima del Carmelo para encorvarse hacia tierra, con el rostro entre las rodillas. […] En unos instantes los cielos se oscurecieron por las nubes y el viento, y sobrevino una gran lluvia.

7. Elías llevado al cielo en un carro de fuego
Aunque no es un milagro que él haya realizado, Elías es uno de los pocos personajes bíblicos que no experimentó la muerte. Según el relato bíblico, fue llevado al cielo en un carro de fuego en medio de un torbellino (2 Reyes 2:11), lo que es visto como un milagro de su ascensión directa al cielo.

Mientras ellos iban conversando por el camino, de pronto, un carro de fuego con caballos de fuego los separó a uno del otro. Subió Elías al cielo en la tempestad.


Estos milagros no solo demuestran el poder de Dios a través de Elías, sino también su papel en confrontar la idolatría y la infidelidad en Israel, guiando al pueblo de vuelta a la adoración del verdadero Dios.

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