miércoles, 30 de octubre de 2024

El paralítico de Betesda

La historia del paralítico de Betesda es un episodio significativo en el Evangelio de Juan (Juan 5:1-16), donde Jesús sana a un hombre paralítico que había estado enfermo durante treinta y ocho años. Este milagro tiene lugar en el estanque de Betesda en Jerusalén, cerca de la Puerta de las Ovejas, donde muchas personas enfermas y discapacitadas se reunían esperando ser sanadas.

Algunos puntos clave de este relato:

El estanque de Betesda era un lugar al que acudían personas con distintas enfermedades, ya que se creía que, cuando las aguas del estanque se agitaban, el primero en entrar sería sanado.

El hombre en cuestión había estado paralítico durante treinta y ocho años, esperando una oportunidad para ser sanado. Pero, como explica a Jesús, cada vez que las aguas se movían, alguien más entraba antes que él, impidiéndole recibir la sanación.

Jesús, al verlo y conocer su situación, le pregunta: "¿Quieres ser sano?". Luego le da una orden directa: "Levántate, toma tu camilla y anda". Inmediatamente, el hombre queda sano, toma su camilla y empieza a caminar.

Este milagro ocurre en sábado, lo cual llama la atención de los líderes religiosos, quienes confrontan al hombre porque estaba llevando su camilla en día de reposo, lo que ellos consideraban una violación de la ley sabática.

En lugar de alegrarse por la sanación del hombre, los líderes religiosos se indignan y comienzan a perseguir a Jesús, ya que había sanado en el día de reposo, lo que interpretan como un desafío a la ley.

En este episodio, Jesús no solo demuestra su compasión y poder de sanación, sino que también comienza a revelar su autoridad sobre las leyes judías, enfatizando que el amor y la compasión están por encima de las tradiciones. Este milagro se convierte en una de las primeras confrontaciones abiertas entre Jesús y los líderes religiosos, quienes empiezan a ver su ministerio como una amenaza.

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