martes, 29 de octubre de 2024

La locura en el Nuevo Testamento

Aunque el concepto de locura en el sentido clínico no era lo mismo en el primer siglo, las Escrituras usan términos y relatos que pueden aludir a un estado de "locura" o pérdida de control de la razón, generalmente relacionado con la posesión demoníaca, el rechazo de la fe o la aparente irracionalidad de algunos personajes.

1. Locura y posesión demoníaca
En el Nuevo Testamento, especialmente en los Evangelios, muchos ejemplos de "locura" están asociados con la posesión demoníaca. Los evangelistas describen casos donde Jesús expulsa demonios de personas que exhiben comportamientos erráticos o violentos. Un ejemplo claro es el endemoniado de Gerasa (Marcos 5:1-20; Lucas 8:26-39), quien habitaba en las tumbas y tenía una fuerza inusual. Al ser liberado por Jesús, el hombre "volvió en su juicio cabal" (Lucas 8:35), implicando una restauración de la razón y sanidad mental.

2. La fe cristiana vista como locura
Pablo, en sus epístolas y en el libro de Hechos, también enfrenta acusaciones de locura debido a su fe. Cuando predica en defensa de su misión ante Festo y Agripa en Hechos 26:24, Festo exclama: "¡Estás loco, Pablo! Las muchas letras te vuelven loco". Esta respuesta refleja la percepción de algunos contemporáneos que consideraban la fe cristiana como algo absurdo o incluso delirante. Para los judíos y romanos, la idea de que Dios encarnara y muriera en una cruz era irracional, por lo que ver a Pablo tan apasionado por esta creencia les resultaba "locura" (cf. 1 Corintios 1:18-25, donde Pablo mismo reconoce que "la palabra de la cruz es locura a los que se pierden").

3. La sabiduría de Dios parece locura para el mundo
En su primera carta a los Corintios, Pablo expone una idea paradójica: la sabiduría de Dios parece locura para el mundo (1 Corintios 1:18-25). Aquí, Pablo usa la locura de una manera teológica, contrastando la sabiduría divina con la sabiduría humana. Argumenta que lo que el mundo considera sabio es insensatez para Dios, y viceversa. La crucifixión de Jesús, que parecía ser una locura y derrota, es en realidad el acto más sabio y amoroso de Dios para la salvación del hombre. Este concepto es crucial en el pensamiento paulino, donde Dios subvierte las expectativas humanas, transformando lo que se percibe como débil y sin sentido en fuente de poder y sabiduría.

4. Jesús es tomado por loco
En Marcos 3:21, se menciona que los parientes de Jesús pensaban que estaba "fuera de sí" (o "loco", en algunas traducciones) debido a la intensidad y radicalidad de su misión. Sus familiares intentaron retenerlo, temiendo tal vez que su dedicación total a su predicación y sus milagros fuera una señal de desequilibrio. Este incidente muestra cómo la dedicación absoluta de Jesús a su misión fue percibida por algunos como un tipo de locura o desconexión con las normas sociales de su tiempo.

Conclusión
El Nuevo Testamento redefine lo que es verdaderamente sensato o insensato, declarando que la "locura" aparente de Dios es superior a la sabiduría humana y que la verdadera cordura se encuentra en seguir a Cristo.

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