La Biblia enseña que Dios es el creador de todas las cosas, y esto incluye el infierno. Algunas reflexiones sobre la creación del infierno y su propósito:
La creación por parte de Dios:
En Mateo 25:41, Jesús menciona el infierno como "el fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles". Esto indica que el infierno fue creado por Dios como un lugar de castigo para Satanás y sus seguidores. Aunque el infierno es un lugar de juicio, su creación está en el contexto de la justicia divina.
El propósito del infierno:
El infierno no fue creado originalmente para la humanidad, sino como un lugar de castigo para aquellos que se rebelaron contra Dios. En Apocalipsis 20:10 se menciona que el diablo será arrojado al lago de fuego, donde será atormentado por siempre. Esto resalta que el infierno es un lugar de justicia para aquellos que han elegido rechazar a Dios y vivir en oposición a Su voluntad.
La justicia de Dios:
La creación del infierno también refleja la justicia de Dios. En Romanos 6:23 se dice: "Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro". El infierno es la consecuencia del pecado y la rebelión contra Dios. La justicia divina exige que haya un lugar de castigo para aquellos que eligen vivir en desobediencia.
Libre albedrío:
Dios ha otorgado a la humanidad el libre albedrío para elegir entre seguirlo o rechazarlo. El infierno puede ser visto como la consecuencia de las decisiones que las personas toman en vida. Aquellos que eligen rechazar a Dios y vivir en pecado, en última instancia, enfrentan la separación de Él, que se manifiesta en el infierno.
La oferta de salvación:
A pesar de la existencia del infierno, la Biblia también enfatiza que Dios desea que todos sean salvos. En 1 Timoteo 2:4 se dice que Dios "quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad". La creación del infierno no contradice el amor de Dios, ya que Él ha proporcionado un camino de salvación a través de Jesucristo para que nadie tenga que ir allí.
En resumen, el infierno fue creado por Dios como un lugar de justicia para el diablo y sus ángeles, y también como consecuencia del pecado y la rebelión de la humanidad. Su existencia refleja la justicia divina y el respeto por el libre albedrío humano. A pesar de esto, Dios ofrece la salvación a través de Jesucristo, deseando que todos tengan la oportunidad de reconciliarse con Él y evitar el infierno.