domingo, 12 de enero de 2025

El bautismo de Jesús


El bautismo de Jesús se encuentra en los cuatro Evangelios, pero se detalla especialmente en Mateo 3:13-17, Marcos 1:9-11 y Lucas 3:21-22.

Jesús se acercó a Juan el Bautista en el río Jordán para ser bautizado. Juan, quien predicaba el arrepentimiento y el perdón de pecados, inicialmente se mostró reacio, diciendo que él necesitaba ser bautizado por Jesús (Mateo 3:14). Esto muestra la humildad de Jesús y Su disposición a identificarse con la humanidad.

Aunque Jesús no tenía pecado y no necesitaba arrepentirse, Su bautismo simboliza Su identificación con la humanidad y Su misión de redención. Al ser bautizado, Jesús se unió a aquellos que se estaban arrepintiendo y preparándose para el reino de Dios.

En el momento del bautismo, los cielos se abrieron, y el Espíritu Santo descendió sobre Jesús en forma de paloma. Al mismo tiempo, se oyó una voz del cielo que decía: "Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia" (Mateo 3:17). Este evento es una clara manifestación de la Trinidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, y subraya la aprobación divina sobre el ministerio de Jesús.

El bautismo de Jesús marca el comienzo de Su ministerio público. Después de este evento, Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado (Mateo 4:1). Su bautismo es un momento de consagración y preparación para la obra que iba a realizar.

El bautismo de Jesús también establece un modelo para los creyentes. En Mateo 28:19, Jesús comisiona a Sus discípulos a bautizar a las naciones en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. El bautismo es un acto de obediencia y una declaración pública de fe en Cristo.

En resumen, el bautismo de Jesús es un evento fundamental que simboliza Su identificación con la humanidad, la aprobación divina de Su ministerio y el inicio de Su obra redentora. También sirve como un ejemplo para todos los creyentes sobre la importancia del bautismo en la vida cristiana.

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