Cómo clavaron a Jesús en la cruz

El tema de cómo fue clavado Jesús a la cruz ha sido objeto de debate entre historiadores, teólogos y científicos. Existen dos teorías principales:

1. Clavado por las palmas de las manos
Esta es la representación tradicional que se muestra en el arte cristiano y se basa en la interpretación literal de los evangelios, donde se menciona que los clavos perforaron sus manos (por ejemplo, en Juan 20:27, cuando Jesús le muestra sus heridas a Tomás). Sin embargo, algunos argumentan que clavar a alguien solo por las palmas podría no ser suficiente para soportar el peso del cuerpo, ya que los tejidos de las manos podrían desgarrarse.

2. Clavado por las muñecas
Estudios modernos de anatomía y arqueología sugieren que es más probable que los clavos atravesaran las muñecas. La muñeca es una estructura más fuerte que podría soportar el peso del cuerpo sin desgarrarse. Además, las palabras griegas originales en los evangelios, como "cheir" (χειρ), pueden referirse tanto a la mano como a la zona que incluye la muñeca.

Las investigaciones realizadas a la Sábana Santa revelaron que las heridas de los clavos se encontraban en las muñecas y no en las manos. Algo que puede observarse con detenimiento en la exposición The Mystery Man, sobre el hombre de la Sábana Santa.

Pierre Barbet, médico francés autor de numerosas investigaciones sobre la Sábana Santa, realizó pruebas con cadáveres en los que les introducía los clavos en las manos, pero el peso del cuerpo desgarraba la carne en segundos, a pesar de que éste era el modo en el que siempre se había representado a Cristo en la cruz.

Evidencia arqueológica
En 1968 se descubrió en Jerusalén el esqueleto de un hombre crucificado del siglo I llamado Yehohanan. Su esqueleto mostró que los clavos atravesaron sus muñecas, lo que apoya la idea de que esta práctica podría haber sido común en las crucifixiones romanas.

Conclusión
Aunque las palmas son la representación tradicional, desde un punto de vista físico y arqueológico, es más probable que Jesús haya sido clavado por las muñecas. Sin embargo, en el contexto de la crucifixión romana, el método exacto pudo variar, y las narraciones evangélicas buscan más transmitir el significado espiritual que los detalles técnicos.