jueves, 20 de febrero de 2025

El amor a los enemigos según Jesús y versiones contrarias


La enseñanza de Jesús sobre el amor a los enemigos se encuentra en el Nuevo Testamento, específicamente en Mateo 5:44, donde dice: "Pero yo les digo, amen a sus enemigos y oren por los que los persiguen" (Biblia Reina-Valera 1960). Esta instrucción forma parte del Sermón de la Montaña y representa una ética radical, promoviendo compasión y oración incluso hacia quienes nos tratan mal. Jesús contrasta esta enseñanza con la interpretación común de su tiempo, que entendía que se debía amar al vecino y odiar al enemigo, como se menciona en Mateo 5:43.

Interpretación del Antiguo Testamento y versiones contrarias históricas

Antes de Jesús, la interpretación prevaleciente del Antiguo Testamento sugería que era aceptable odiar a los enemigos, aunque el texto no lo afirma explícitamente. Por ejemplo, en Salmos 139:22, se lee: "¿Acaso no aborrezco, Señor, a los que te odian y me repugnan los que te rechazan? El odio que les tengo no tiene límites; ¡los cuento entre mis enemigos!" (Nueva Versión Internacional NVI), lo que refleja un sentimiento de odio hacia los enemigos de Dios. Sin embargo, hay contradicciones dentro del Antiguo Testamento, como en Éxodo 23:4-5, que dice: "Si encuentras el buey de tu enemigo o su asno extraviado, llévaselo de vuelta. Si ves el asno de alguien que te odia caído bajo su carga, no lo dejes; ayúdalo a levantarlo" (Biblia Reina-Valera 1960), promoviendo la bondad hacia el enemigo.

Esta ambigüedad llevó a una interpretación común en el tiempo de Jesús de que el Antiguo Testamento enseñaba el odio hacia los enemigos, lo que Jesús corrigió al enseñar el amor. Por lo tanto, esta interpretación previa puede considerarse una versión contraria a su enseñanza.

Perspectivas filosóficas contrarias

En la filosofía moderna, Friedrich Nietzsche, en su obra "La Genealogía de la Moral" (1887), critica la moralidad cristiana, incluyendo el amor a los enemigos, considerándola una "moral de esclavos" que busca debilitar a los fuertes al promover la humildad y el amor hacia quienes nos perjudican. Esto representa una visión contraria, ya que Nietzsche aboga por valores como la fuerza y el orgullo, opuestos al amor incondicional.

De manera similar, Ayn Rand, en "La Virtud del Egoísmo" (1964), promueve el objetivismo, basado en el egoísmo racional y la autopreservación. Aunque no aborda directamente el amor a los enemigos, su énfasis en priorizar el interés propio podría interpretarse como contrario a la idea de amar a quienes nos dañan, sugiriendo una falta de compasión hacia los enemigos.

Prácticas bélicas y nacionalismo

En contextos históricos y modernos, las prácticas bélicas con frecuencia fomentan el odio hacia el enemigo para motivar a las fuerzas armadas. Por ejemplo, durante la Segunda Guerra Mundial, la propaganda aliada y del Eje promovió la demonización del enemigo, lo que contradice la enseñanza de Jesús de amar a todos. Este enfoque práctico puede considerarse una versión contraria, ya que prioriza la hostilidad sobre la compasión.

El nacionalismo y el patriotismo también pueden llevar a odiar a los enemigos del estado, como en conflictos armados donde se justifica el odio para proteger la nación. Esto choca con la instrucción de Jesús de amar a todos los enemigos, independientemente de su afiliación política o nacional.

Ejemplos históricos dentro del cristianismo

Dentro del cristianismo, algunas interpretaciones históricas han contradicho la enseñanza de Jesús. Durante las Cruzadas (siglos XI-XIII), los cristianos lucharon contra los musulmanes con una actitud de enemistad, promoviendo la guerra santa en lugar de amor y oración hacia los enemigos. Esto representa una práctica histórica que no siguió la enseñanza de Jesús, siendo una versión contraria en la acción, aunque no necesariamente en la doctrina oficial.

Críticas prácticas y otras perspectivas

Algunas críticas prácticas argumentan que amar a los enemigos es impracticable, especialmente en situaciones de opresión o peligro grave, como en casos de genocidio o terrorismo. Sin embargo, estas críticas no son enseñanzas formales, sino reflexiones sobre la aplicabilidad, y no se encontraron ejemplos claros de doctrinas religiosas que explícitamente promuevan odiar a los enemigos en lugar de amarlos, salvo las interpretaciones del Antiguo Testamento mencionadas.

En el Islam, el concepto de amor a los enemigos no se expresa de la misma manera que en el cristianismo, donde se encuentra claramente articulado en enseñanzas como "amad a vuestros enemigos" (Mateo 5:44). Sin embargo, el Islam promueve valores de justicia, perdón y misericordia, que pueden reflejar una forma de amor o bondad hacia quienes podrían considerarse enemigos.

El Corán insiste en actuar con justicia, incluso con quienes se considera adversarios:

"Oh, vosotros que habéis creído, sed persistentes en la justicia, testigos por Allah, aunque sea en contra de vosotros mismos, vuestros padres o vuestros parientes..." (Corán 4:135)

"Que el odio de un pueblo no os lleve a ser injustos. Sed justos; esto es más cercano a la piedad." (Corán 5:8)

Se alienta a responder al mal con bondad:

"La buena acción y la mala no son iguales. Responde con lo que es mejor, entonces aquel con quien tenías enemistad se volverá como un amigo íntimo." (Corán 41:34)

Conclusión

Las "versiones contrarias a la de Jesús" sobre el amor a los enemigos incluyen interpretaciones históricas del Antiguo Testamento que promovían el odio, filosofías como las de Nietzsche y Rand que rechazan la compasión hacia los enemigos, prácticas bélicas y nacionalistas que fomentan la hostilidad, y ejemplos históricos dentro del cristianismo, como las Cruzadas, que no siguieron esta enseñanza. Estas perspectivas destacan la tensión entre el amor radical de Jesús y las normas culturales o filosóficas que priorizan el odio o la venganza.

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