Se denomina canon bíblico a la lista de libros que son aceptados por la Iglesia y otras confesiones cristianas como texto sagrado de inspiración divina.
Actualmente la Iglesia católica reconoce 73 libros como parte de la Sagrada Escritura: comprende 46 escritos para el Antiguo Testamento, y 27 para el Nuevo Testamento. Por su parte, las iglesias protestantes reconocen 66 libros como parte de la Sagrada Escritura: 39 para el Antiguo Testamento, y 27 para el Nuevo Testamento.
El canon del Nuevo Testamento
El canon del Nuevo Testamento, es decir, la colección de libros que forman parte de la Biblia cristiana, se desarrolló a lo largo de varios siglos. El proceso para decidir cuáles serían los libros que formarían parte del canon fue gradual, y hubo varios factores y etapas importantes que contribuyeron a su formación.
1. Escritos originales y primeras colecciones
• Escritos de los apóstoles y sus discípulos: Los primeros escritos cristianos, como las cartas de Pablo, los Evangelios y otros textos, fueron producidos entre mediados del siglo I y principios del siglo II. Estos textos fueron inicialmente leídos en las comunidades cristianas y circularon de manera independiente.
• Cartas de Pablo: Las cartas del apóstol Pablo fueron algunos de los primeros textos que se consideraron con autoridad dentro de la Iglesia, debido a su influencia en las comunidades cristianas y su cercanía con los eventos fundacionales del cristianismo.
• Evangelios: Los Evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan también ganaron prominencia rápidamente debido a su enfoque en la vida y enseñanzas de Jesús.
2. Factores clave para la inclusión en el canon
A medida que el cristianismo se expandía, surgió la necesidad de determinar qué textos eran auténticos y cuáles debían ser considerados normativos. Los criterios que se utilizaron para determinar si un libro debía ser incluido en el canon fueron:
• Apostolicidad: ¿El libro fue escrito por un apóstol o por alguien cercano a ellos? Esto le daba autoridad al texto.
• Conformidad doctrinal: ¿El contenido del libro estaba en armonía con las creencias y enseñanzas cristianas reconocidas? Si el contenido de un libro estaba en contradicción con lo que se enseñaba en las comunidades, era más probable que fuera rechazado.
• Uso generalizado: ¿El libro se leía y era aceptado por muchas iglesias y comunidades cristianas? Aquellos textos que eran ampliamente usados en la adoración y la enseñanza tenían más probabilidades de ser incluidos.
• Antigüedad: Se valoraba si el libro tenía una conexión con los primeros tiempos del cristianismo y si ya era respetado en las comunidades cristianas primitivas.
3. Los primeros intentos de formación del canon
• Marción y su "canon": En el siglo II, un líder cristiano llamado Marción propuso un canon muy limitado que excluía muchos libros del Nuevo Testamento que hoy se consideran fundamentales, como los Evangelios sinópticos (Mateo, Marcos, Lucas) y la mayor parte del Antiguo Testamento. Esto generó una reacción en las comunidades cristianas que sentían la necesidad de definir un canon más amplio y ortodoxo.
• Cánones tempranos: En el siglo II y III, varias listas de libros comenzaron a aparecer en las diferentes iglesias. Por ejemplo, el Canon Muratoriano (alrededor del 170 d.C.) es una de las primeras listas de libros que se asemeja al canon del Nuevo Testamento tal como lo conocemos hoy.
4. Definición formal del canon
• Concilios y decisiones: El proceso de canonización se extendió por varios siglos. No fue hasta el siglo IV que la Iglesia empezó a formalizar qué libros eran canónicos. En los Concilios de Laodicea (363 d.C.), Hipona (393 d.C.) y Cartago (397 d.C.), se discutió y se aprobaron listas de libros que incluían los 27 libros que forman parte del Nuevo Testamento actual.
• La influencia de los Padres de la Iglesia: Teólogos como Ireneo de Lyon, Orígenes, Atanasio de Alejandría y Agustín de Hipona jugaron un papel importante en la defensa y promoción de ciertos textos como canónicos. En particular, Atanasio en su carta festal de 367 d.C. menciona los 27 libros del Nuevo Testamento tal como los conocemos hoy.
5. El consenso final
Con el tiempo, los 27 libros del Nuevo Testamento llegaron a ser universalmente aceptados por las iglesias cristianas. Los concilios posteriores simplemente ratificaron una tradición que ya estaba bastante consolidada para entonces.
6. Libros no incluidos
Hubo otros escritos cristianos que circularon ampliamente en las primeras comunidades, como el Evangelio de Tomás, el Evangelio de Pedro y el Pastor de Hermas, pero no fueron incluidos en el canon por diversos motivos, como dudas sobre su autoría apostólica o por su enseñanza doctrinal que no se alineaba con la enseñanza cristiana ortodoxa.
Conclusión
El proceso de formación del canon del Nuevo Testamento no fue algo que sucediera de manera inmediata o en un solo concilio. Fue un proceso que involucró a muchas comunidades cristianas, teólogos y concilios a lo largo de los siglos II al IV. Los criterios de apostolicidad, conformidad doctrinal y uso generalizado fueron clave en la selección de los 27 libros que forman parte del Nuevo Testamento hoy día.
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