jueves, 2 de noviembre de 2023

El desbordamiento de la estupidez humana


Los avances científicos y culturales no han logrado frenar la estupidez humana. Por el contrario, esta ha desbordado los cauces de lo razonable para convertir la estupidez en norma universal. La creencia de que cuanta más ciencia y más cultura, menos estupidez, está demostrando su falsedad.

El "desbordamiento de la estupidez humana" se refiere a la frustración o decepción con las acciones, decisiones o comportamientos que carecen de lógica, sensatez o sentido común por parte de individuos o grupos de personas. Esta expresión puede surgir en diversas situaciones, en el ámbito político, social, medioambiental o en la vida cotidiana.

Negación de hechos científicos: La negación del cambio climático, la evolución, la seguridad de las vacunas o la gravedad de una pandemia, a pesar de una amplia evidencia científica, es irracional.

Decisiones políticas basadas en intereses personales o de partido: Las políticas o decisiones que parecen estar en desacuerdo con los intereses de la mayoría de la población o que socavan la democracia son consideradas estúpidas por aquellas personas que todavía tienen capacidad de discernimiento.

Desinformación y teorías de conspiración: La propagación de desinformación, teorías de conspiración infundadas y creencias sin base en evidencia sólida pueden son claros ejemplos de estupidez humana que van en contra del pensamiento crítico y la lógica.

Desperdicio de recursos naturales: La explotación excesiva de recursos naturales, la contaminación ambiental y el agotamiento de recursos finitos son acciones insensatas desde una perspectiva de sostenibilidad a largo plazo.

La negación del sexo biológico: La negación del sexo biológico se refiere a la idea de que el sexo biológico, que se asigna al nacer en función de características físicas como los genitales y los cromosomas, no debe ser considerado como una categoría rígida o inmutable. Quienes defienden esta idea argumentan que el sexo es una construcción social y que las categorías tradicionales de "hombre" y "mujer" basadas en el sexo biológico son simplificaciones excesivas de la complejidad de la biología y la identidad de género.

El desbordamiento de la estupidez humana tiene consecuencias. La más evidente es:

La irremediable deriva mental del planeta

Un informe presentado en el Parlamento Europeo el año pasado estimaba que el 15% de los europeos —y el 20% de los españoles— tenían, en ese momento, un problema de salud mental. Esa proporción se eleva hasta un tercio de la población si hablamos de todo el periplo vital. Pues bien, esas cifras se quedan cortas según un estudio reciente: más del 80% de las personas tendrá trastorno mental a lo largo de su vida.

Publicado en la revista JAMA Psychiatry, se centra en la población danesa. Es decir, los datos no son directamente extrapolables a España, pero son indicativos de lo que puede estar pasando en los países con un nivel de desarrollo similar.

Tomando una muestra de 1,5 millones de individuos (Dinamarca no llega a los seis millones de habitantes), analiza tanto diagnósticos hospitalarios como prescripciones de psicofármacos tanto en la consulta especializada —pública o privada— como en atención primaria a lo lago de 23 años, entre 1995 y 2018.

Para no caer en el pesimismo existencial, es importante recordar que, a pesar de la estupidez generalizada, los seres humanos también son capaces de logros notables y de tomar decisiones inteligentes que benefician a la sociedad en su conjunto.

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