La omnisciencia de Dios. Ejemplos bíblicos.

La omnisciencia de Dios es la cualidad que le atribuye el conocimiento de todo lo real y posible, así como del pasado, presente y futuro. La palabra omnisciente proviene del latín omnis, que significa "todo", y scientia, que significa "ciencia". La omnisciencia es un atributo exclusivo de Dios, que se aplica a toda la Deidad, es decir, al Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

• Dios conoce los detalles de la vida de las personas, incluso los más pequeños.
• Dios conoce los pensamientos de las personas, incluso antes de que las expresen.
• Dios conoce el corazón de las personas desde lejos y las vio antes de nacer.
• Jesús conocía los corazones de las personas.
• Jesús conocía los pensamientos de la audiencia.
• Jesús sabía cosas sobre las personas antes de conocerlas.

La omnisciencia de Dios se contrasta con la condición humana, ya que los seres humanos no son capaces de conocer todo.

De acuerdo con la Biblia, la omnisciencia de Dios se manifiesta claramente en múltiples pasajes, los cuales resaltan Su conocimiento perfecto y absoluto. Algunos ejemplos de la omnisciencia de Dios en la Biblia son:

1. Salmos 139:1-4:
"Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desde lejos mis pensamientos. Mi caminar y mi reposo has escudriñado, y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda."

Este pasaje destaca que Dios no solo conoce las acciones visibles, sino también los pensamientos más íntimos y las palabras antes de ser pronunciadas. Refleja su capacidad para estar presente en todos los aspectos de nuestra vida.

2. Isaías 46:9-10:
"Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero."

Aquí, Dios revela su conocimiento de los eventos futuros, destacando que su sabiduría y plan son eternos y soberanos.

3. Mateo 10:29-30:
"¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. Pues aun vuestros cabellos están todos contados."

Este pasaje de los Evangelios subraya cómo la omnisciencia divina abarca incluso los detalles más pequeños e insignificantes de la creación.

Reflexión:
Estos textos bíblicos no solo nos recuerdan la profundidad del conocimiento de Dios, sino también su cercanía y cuidado hacia nosotros. Confiar en su omnisciencia nos ayuda a vivir con fe y esperanza, sabiendo que Él comprende nuestras luchas y dirige nuestro futuro con amor y sabiduría.