El adulterio en la Biblia

El adulterio en la Biblia es tratado como un pecado grave, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Se define como la relación sexual de una persona casada con alguien que no es su cónyuge y, en un sentido más amplio, puede incluir cualquier violación de los votos matrimoniales.

Antiguo Testamento

1. Prohibición explícita: El séptimo mandamiento dice:  
"No cometerás adulterio" (Éxodo 20:14; Deuteronomio 5:18).  

2. Consecuencias legales: En la ley mosaica, el adulterio se castigaba con la muerte:  
"Si un hombre comete adulterio con la mujer de su prójimo, ambos, el adúltero y la adúltera, morirán irremisiblemente" (Levítico 20:10).  

3. Metáfora espiritual: El adulterio se utiliza como símbolo de la infidelidad del pueblo de Israel hacia Dios. Por ejemplo, en Oseas, Israel es descrito como una esposa infiel que se aparta de su esposo (Oseas 3:1).  

Nuevo Testamento

1. Extensión del concepto: Jesús amplió la definición de adulterio más allá del acto físico:  
"Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla ya cometió adulterio con ella en su corazón" (Mateo 5:28).  

2. Misericordia y perdón: Aunque Jesús reafirmó la gravedad del adulterio, mostró compasión hacia los pecadores. Por ejemplo, cuando llevaron a una mujer sorprendida en adulterio, Jesús respondió:  
"El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella" (Juan 8:7).  

3. Fidelidad matrimonial: Jesús también resaltó la indisolubilidad del matrimonio, afirmando que el divorcio y la unión con otra persona es adulterio, salvo en casos de inmoralidad sexual (Mateo 19:9).

Interpretación cristiana
Para los cristianos, el adulterio no es solo una cuestión moral, sino también espiritual, pues refleja la fidelidad que Dios espera tanto en las relaciones humanas como en la relación del creyente con Él. Sin embargo, la gracia y el perdón están disponibles para los arrepentidos, enfatizando la restauración en lugar de la condenación.