martes, 26 de diciembre de 2023

El uso del catalán de desploma


La imposición del catalán y la consiguiente prohibición del castellano está consiguiendo lo que no consiguió el franquismo. Como bien dice un joven comentarista: «A toda acción, corresponde una reacción. Si en clase por narices me obligan a hablar catalán, fuera de clase no lo hablo ni loco».

El uso del catalán se está desplomando, especialmente entre los jóvenes. Según la Encuesta a la Juventud de Cataluña (EJC), en 2007, un 43% de los jóvenes de entre 15 y 34 años utilizaba el catalán siempre o casi siempre en su vida cotidiana, mientras que en 2023 el porcentaje se ha reducido a un 25%.

El catalán se aleja de los jóvenes: solo 1 de cada 4 alumnos de ESO se identifican con él

El porcentaje de alumnos de cuarto de ESO que afirma que el catalán es su lengua de identificación cae en picado. Así lo demuestra el 'Estudi sociolingüístic de l'alumnat de quarto de ESO" que la Conselleria d'Educació ha hecho público este viernes, en el que se analizan los datos sociolingüísticos familiares y los usos lingüísticos generales en el contexto escolar y en las actividades fuera del centro en 2022.

Según este informe, en el que han participado 3.519 alumnos procedentes de 54 institutos, tan solo el 25,4 % de estos jóvenes se siente identificado con la lengua catalana, una cifra que ha ido cayendo desde 2006, cuando alcanzaba el 36,5 %.

Menor uso informal

La investigación señala que los usos lingüísticos entre estos alumnos varían si el ámbito de uso es coloquial o institucional. En el ámbito más informal, es decir, en la comunicación entre el alumnado fuera de clase, es donde el catalán tiene una presencia más baja, junto con la comunicación entre los alumnos dentro de clase. Según el informe, el 61 % de los adolescentes afirma que "nunca o rara vez" utiliza el catalán en contextos informales, mientras que el 27,5 % asegura que lo usa "a menudo o casi siempre". Una cifra menor si la comparamos con 2021, cuando el 57% afirmaba no utilizar el catalán en este sentido mientras que un 33 % sí lo hacía.

Por otro lado, cuando el alumnado se dirige al profesorado, como había ocurrido en las dos oleadas anteriores del estudio, la frecuencia de uso del catalán disminuye ligeramente si se compara con el uso que hacen los docentes al dirigirse a los estudiantes, que aumenta: en 2022 el 50,3 % de los estudiantes afirmaba que el profesorado "siempre o casi siempre" se dirigía a ellos en catalán, mientras que en 2021 el 46,8% tenía esta percepción.

Desaparición entre el alumnado

El uso del catalán cuando los alumnos trabajan en grupo no es generalizado, ya que el 22% lo usa "siempre o casi siempre" en 2022 (un 0,6 % más que en 2021) y el 12,2 % dice que lo hace "a menudo".

De ello se desprende, según subraya el informe, que hay un "destacado" 33,8 %, más de 5 puntos por encima del año anterior (28,4 %), que no habla "nunca o casi nunca" catalán cuando realiza un trabajo en grupo en el aula, un porcentaje que, sumado a la categoría "a veces" representa un 53,2 %, superando al 49,1 % del año anterior. Por tanto, el texto constata que "el uso del catalán entre el grupo de alumnado sigue disminuyendo". Estos datos muestran que el alumnado se comporta de forma bastante diferente según si la comunicación se establece con el profesorado o con los compañeros.

Comentarios más relevantes en el Periódico de Cataluña
(El enlace a la noticia y los comentarios viene al final del post)

1.- Aprendí catalán allá por los años 66 -68 (tengo 72) y me consta que muchos como yo , venidos de fuera de Catalunya hicieron lo mismo , y en la empresa que entré a trabajar después de unos años de aprendiz , llegamos a ser 94 personas , y había infinidad de personas que hablaban catalán no habiendo nacido aquí en Cataluña algunos cuando íbamos a Madrid por asuntos de trabajo pensaban que éramos catalanes, catalanes, pues bueno, en aquellos tiempos no habían prácticamente academias donde aprenderlo, no como ahora, hay infinidad, y lo que es peor, la imposición, yo no necesité ninguna academia, lo aprendí y punto.

Algunos políticos indepes, actores, y este gobierno de la Generalitat, con discursos e imposiciones tendrán que reconocer que le han hecho mucho daño al catalán, y si no lo quieren reconocer, que sigan adelante.

2.- Esto se veía venir, recuerdo hace muchos años, un catedrático catalán, advirtió de esto. Este señor alertaba de una escuela en Mataró que se estaba planteando prohibir a los niños hablar en castellano en el patio, o sea, expulsar ese idioma de la escuela, lo que intentó cierto señor hace muchos años con el catalán, pero ahora al revés. El peligro que veía este catedrático era que los niños asociarían el catalán con obligación e imposición, y el castellano con ocio y sobre todo con libertad. La inmersión lingüística es un fracaso, con imposición no se consiguen las cosas, a la larga se vuelve en su contra, no aprendemos nunca de la historia.

3.- A toda acción, corresponde una reacción. Si en clase por narices me obligan a hablar catalán, fuera de clase no lo hablo ni loco.

4.- ¿No se dan cuenta de que el catalán sigue los mismos pasos que el latín? Impuesto por la clase alta, mantenido artificialmente, pero el pueblo pasa de él. A los jóvenes: Tranquilos, aguantad la primaria, luego no lo volveréis a tener que usarlo.

Eso les pasa por haber excluido la lengua MAYORITARIA de los catalanes con fines políticos, saltándose la sentencia del 25%, pisoteando nuestros derechos... Al final todo lo que se impone se paga. Señores catalanistas, habéis cavado la tumba del catalán con vuestra hispanofobia y vuestro cansino ultranacionalismo supremacista.

5.- La enseñanza en su mayoría se realiza en lengua catalana y, si es cierto lo que dice este estudio, los jóvenes se comunican mayoritariamente en lengua castellana. Señores políticos de Cataluña, ¿qué está fallando?

6.- Todo lo que se impone antidemocráticamente causa rechazo.

7.- Es lo más lógico del mundo. Han hecho del catalán un idioma antipático, inútil y ridículo. Tanto obligar en las escuelas, en los rótulos y en Netflix, además de identificarse con el procés, que da grima escucharlo.

8.- Quien iba a decir que el "procés" y sus gastos en tonterías que no importan a nadie iba a alejar a la ciudadanía del idioma catalán.

9.- Los chicos son jóvenes, pero no tontos. Saben perfectamente que la lengua catalana es meramente un folclorismo impuesto desde la política, nada que les vaya a ayudar en el futuro, por eso la inmensa mayoría sólo lo utiliza POR IMPOSICIÓN LEGAL Y POR MIEDO A REPRESALIAS. En el momento que no haya es IMPOSICIÓN, esto se va a pique, porque los políticos han hecho de la lengua catalana algo antipático y dictatorial. Ya dije hace muchos años que la IMPOSICIÓN OBLIGATORIA DE LA INMERSIÓN a la larga sería un desastre para nuestra lengua vernácula.

10.- El genocidio cultural lo están perpetrando los políticos ultranacionalistas, para poder seguir en el momio, haciendo antipática por obligatoria e impuesta una lengua que no es de ninguna manera patrimonio exclusivo de ellos. Si dejaran la libre elección de la lengua vehicular, otro gallo cantaría. Como por ejemplo hace Ud. en este medio, catalán, donde casi siempre utiliza la lengua castellana.

11.- Se ha convertido en un idioma antipático. Para lo único que sirve es para hacer de barrera de entrada al mercado laboral a las personas de fuera.

12.- Algunos han estado utilizando un elemento emotivo y de identidad regional, no para unir, sino como arma agresiva para atacar a quienes no tenían sus intereses de hacerse con todo el poder en un determinado territorio, y la cosa se les ha vuelto en contra, cuando yo aterricé por Barcelona, siendo castellano, me interesé por el catalán (era a finales de los sesenta y todavía vivía Franco, que mimaba a Cataluña) y compré libros en catalán y quise aprenderlo. Hoy, no lo haría.

13.- Imposición=rechazo. El uso del català y de la senyera se lo están cargando los mismos que han radicalizado el fet català a su manera, de forma excluyente. No lo están haciendo atractivo, sino más bien repulsivo. Y mientras, el mundo es cada vez más global, más angloparlante y más castellanoparlante, mal que le pese a alguno.

14.- El catalán, ahora que lo quieren imponer, se ha vuelto antipático y lengua de extremistas radicales indepes, así que cada día lo uso menos, ni cuando voy a Andorra donde es la lengua oficial. Tú me impones, yo desobedezco.

15.- Efectivamente, yo lo deje de hablar totalmente el 1-O.

16.- El catalán es una lengua inútil, es así. Hay que reconocer que es así y que la hable quien le dé la gana y al resto dejarle en paz.

17.- Lo hemos hecho mal, imponiendo no se consigue la corriente de simpatía necesaria para hacer la lengua algo tuyo. Hay otro problema y es que se lee poco, resulta farragoso este invento del diletante Pompeu Fabra. En verdad era ingeniero, de ahí a lingüista hay mucho campo.

18.- Una lengua minoritaria con ínfulas de "lengua de país". La obsesión por esta lengua es un enorme chiringuito para barrigas agradecidas, coto de inútiles para retener un puesto que le queda grande, una de las causas del abandono escolar, cuesta millones de euros que deberían servir para mejorar escuelas y la formación de los profesores, y un largo etc. de despropósitos.

19.- La lengua que se quiere imponer desde el poder a los trabajadores es la que usan más los ricos. Nada nuevo.

20.- Están contratando porque fracasó la imposición lingüística y porque los médicos se van a trabajar a otros países, donde no piden requisitos de saber una lengua muerta.

21.- Es normal. Los jóvenes, y los no tan jóvenes, huyen de las imposiciones. El talibanismo cultural del nacionalismo catalán ha llevado a que quien no tiene el català como lengua materna considere el català una lengua impertinente propia de quienes quieren imponer su voluntad a la fuerza y que no respetan la legalidad vigente. No hay más cera que la que arde. Tienen lo que han sembrado.

22.- El catalán es una lengua inútil. Yo lo sé y tú lo sabes. Sólo falta que aceptes la realidad. Serás más feliz.

23.- A mí no me trae nada de cabeza. Me la sopla el catalán. Quien quiera hablarlo que lo haga, no me molesta nada. Que me dejen a mí hablar lo que yo quiera, eso sí que me importa. A los que os trae de cabeza es a los que año tras año y década tras década intentáis una y otra vez, con presiones, con leyes y con lo que sea que se hable más y más y sin embargo se habla menos y menos. Debe ser muy frustrante para todos vosotros, lazis, que no lo conseguís de ninguna manera.

24.- En Valencia no se habla catalán. Se habla valenciano y ni se te ocurra decir que es un dialecto del catalán que saldrás escaldado. En Valencia capital solo se habla en barrios periféricos. En el centro, solo los políticos y los funcionarios en su puesto de trabajo hablan valenciano, porque en casa, todo el mundo habla en castellano.

25.- Decir que el catalán no se usa fuera de Cataluña no es despreciarlo. Es una realidad. Es así, por mucho que quieras meter al valenciano, balear, andorrano, etc. en la misma cesta, son igualmente lenguas en desuso que son impuestas por la administración.

26.- El castellano no va a desaparecer, el valenciano sí. Es la lógica de las lenguas durante toda la historia. Ahora mismo las lenguas autonómicas resisten sólo por la acción política intensa. Y no con mucho éxito real. Se asegura el conocimiento, pero no el uso corriente. En el País Vasco llevan gastados 1875 millones de euros en el euskera, reconocidos por ellos. Y ahora hay más gente que conoce y sabe hablarlo. Y casi la misma gente que lo usa que antes de gastarse ese pastizal. En Cataluña la misma historia sin que sepamos cuánto dinero va tirado en ese tema. En Galicia sí que están bien, idioma mayoritario, transversal, sin imposiciones, sin inmersión... Y también baja, porque también es inútil.

27.- Admito que desde que empezó el procés hablo mucho menos en catalán. Antes entraba en una tienda o conocía al nuevo contable o pedía hora en el dentista y normalmente hablaba en catalán... pero he dejado de hacerlo, estos años he acabado harta de que me impongan el catalán así que ahora elijo yo en qué idioma me comunico.

28.- Te lo imponen en la cartelería de tu negocio, te lo imponen en el etiquetado de lo que sea que produzcas, te lo imponen en las comunicaciones con las administraciones, te lo imponen en el colegio de los niños, te lo imponen en todo, todo, todo lo que sea oficial.

29.- En parte es bueno para el castellano que en las escuelas se obligue a estudiar solo en catalán. Ya sabemos que a nadie le gusta que le impongan algo, y menos aún cuando eres joven, que es la época en la que eres más rebelde... De ahí el efecto rebote en la gente joven, que obviamente conocen el catalán perfectamente pero luego usan el idioma que les viene en gana y que ellos libremente deciden (el castellano).

30.- El catalán, guste o no guste, es una lengua es vísperas de desaparición en pocos años y es lógico.

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El catalán, minoritario entre los jóvenes en todos los distritos de Barcelona

El uso del catalán cae en Barcelona, según ha recalcado este miércoles el ayuntamiento en función de los datos de la Encuesta de usos lingüísticos de la población de 2018, de la Generalitat, que ha llevado al consistorio a anunciar un plan que se concretará en diciembre, dentro del contexto del Pacte Nacional per la Llengua. Las cifras son claras. Del total de la población barcelonesa, un 26% no utiliza nunca el catalán y el 27% lo emplea poco. Un 19% lo habla bastante, un 17%, medianamente, y un 11% mucho.

Entre los jóvenes, los datos son rotundos: el castellano es mayoritario entre este colectivo en todos los distritos. En Nou Barris es donde menos se emplea el catalán como primera lengua: lo hace el 5,1%. En Sarrià-Sant Gervasi es donde más: el catalán es primera lengua para un 44,9% de los jóvenes.

Porcentajes

En Sant Martí, un 23,2% usa habitualmente el catalán y un 69,2% el castellano; en Sant Andreu, los porcentajes son del 23,6% y 68,2%; en Nou Barris es donde existe el mayor desequilibrio, el 5,1% de los jóvenes emplea habitualmente el catalán y el 86,1% el castellano; en Horta-Guinardó la proporción es de un 36,6% para el catalán y un 57,3% para el castellano; en Gràcia, 43,5% frente a 52,8%; en Sarrià-Sant Gervasi 44,9% frente a 50,2%; en Les Corts 39,7 frente a 54,4%; en Sants-Montjuïc, 22,6% frente a 61,6%; en el Eixample, 35,9% frente a 55,9%, y en Ciutat Vella 15,9 60,3%.

El Periódico de Cataluña
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